Además del vino, aceite de oliva y vinagres, nuestros antepasados también destacaban los aguardientes como una verdadera botica. Por la mañana, despejaban la garganta con sus aguardientes, añadían una o dos gotas a buñuelos u otras especialidades, y por la tarde y noche lo usaban para sanar el alma. El poder curativo de los aguardientes era bien conocido por nuestros ancestros y no es sorprendente que, incluso hoy en día, sigan presentes en las casas de Dalmacia.

En la tradición de nuestra bodega, la producción de aguardientes siempre ha sido prominente. Así, una nueva generación de la familia Boškinac respeta y sigue la tradición de sus antepasados y hoy en día están disponibles varios tipos de aguardientes.